Descripción
Es un pequeño cojín que se pone encima de la almohada y el olor de la flor de betónica tiene un efecto relajante en la persona, permitiendo que se pueda conciliar el sueño más fácilmente.
Santa Hildegarda dice respecto al cojín de betónica:
El que es torturado habitualmente por falsos sueños, debería tener cerca de él, cuando se va a dormir, planta de betónica , y tendrá menos malos sueños”.